¿TIENES HÁBITOS DE CONSUMIR PESCADOS?
- Centro Nutrición
- 10 nov 2019
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En cuanto al término pescados hablamos de aquellos animales vertebrados marinos o de agua dulce, que se consumen frescos o en conservas. Su carne es rica en proteínas de alto valor biológico, y la cantidad de grasas varía según el tipo de pescado. Algunos se los considera magros (1%) como el bacalao y el lenguado, otros por tener un porcentaje entre 2% y 7% se los clasifica como semigrasos, aquí están las carpas y truchas, y por último los de mayor valor lipídico (entre 8% y 15%) se los denomina pescados grasos o azules, por ejemplo el salmón, atún, caballa y sardina. Más allá de esta clasificación, hay que recordar que el nivel de grasas de los pescados siempre es preferible frente al de las carnes de mamíferos (vaca, cerdo, cordero, etc). Comparando este aspecto, el pescado es preferible en cantidad y calidad, ya que las carnes rojas rondan en promedio el 20% de grasa contra un 8% promedio de los pescados. Y en cuanto a la calidad, en las carnes de animales rumiantes hay ácidos grasos saturados, colesterol y triglicéridos, capaces de alterar el funcionamiento cardiometabólico (hígado graso, hipertensión arterial, dislipemias, etc); mientras que en el grupo de los pescados su composición lipídica está establecida por ácidos grasos poliinsaturados esenciales principalmente los de la serie omega 3. Estos tipos de ácidos grasos intervienen en los procesos inflamatorios, favorecen a disminuir el colesterol y los triglicéridos séricos, normalizan la tensión arterial y las glucemias, evitando futuras complicaciones cardiovasculares y de resistencia a la insulina o diabetes. En otro post hablaremos de los mariscos, su composición y sus preparaciones para incorporar a nuestra alimentación.

Pero ahora que ya sabemos un poco más sobre los pescados. ¿Los vas a tener en cuenta?
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